La producción de testosterona del cuerpo puede disminuir por una variedad de razones a medida que las personas envejecen y, a veces, debido a otros factores. Estos son algunos factores comunes que pueden conducir a una disminución en los niveles óptimos de testosterona:
Uno de los principales factores que contribuyen a la disminución de los niveles de testosterona es la edad. La producción de testosterona generalmente alcanza su punto máximo al principio de la edad adulta y comienza a disminuir gradualmente después de los 30 años. Esta disminución natural a menudo se conoce como «andropausia» o «hipogonadismo de inicio tardío».
Las elecciones de estilo de vida poco saludables, como una dieta deficiente, la falta de ejercicio, el consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo y el estrés crónico, pueden contribuir a niveles más bajos de testosterona. La ingesta inadecuada de ciertos nutrientes, como el zinc y la vitamina D, también puede conducir a niveles más bajos de testosterona. Como parte de su estilo de vida, ¿está durmiendo lo suficiente? La mala calidad del sueño o el sueño insuficiente pueden interrumpir la producción de hormonas, incluida la testosterona. Preste atención a su estilo de vida y siempre opte por opciones de estilo de vida saludables como una dieta adecuada, ejercicio, niveles de estrés más bajos, tomar los nutrientes adecuados y dormir lo suficiente. Mantener un estilo de vida saludable puede ayudar a mantener niveles hormonales óptimos.
Ciertas afecciones médicas, como la obesidad, la diabetes, el síndrome metabólico y las enfermedades crónicas, pueden afectar la producción de testosterona. Además, las afecciones que afectan el hipotálamo, la glándula pituitaria o los propios testículos pueden provocar desequilibrios hormonales.
Algunos medicamentos, como los corticosteroides y los opioides, pueden interferir con la producción de testosterona. Si sospecha que un medicamento está afectando sus niveles hormonales, es importante que consulte a su proveedor de atención médica.
Afecciones como el hipogonadismo, que puede ser primario (testicular) o secundario (debido a problemas con la pituitaria o el hipotálamo), pueden provocar una producción reducida de testosterona. El daño físico a los testículos, las infecciones o afecciones como la orquitis urliana pueden afectar la producción de testosterona.
Sus factores genéticos también pueden influir en la determinación de los niveles basales de testosterona de un individuo y cómo cambian con el tiempo. Su entorno también puede influir en la disminución de sus niveles de testosterona. La exposición a productos químicos que alteran el sistema endocrino que se encuentran en plásticos, pesticidas y otros contaminantes también puede contribuir a desequilibrios hormonales.
Es importante tener en cuenta que cierta disminución en los niveles de testosterona con la edad es natural y no necesariamente problemática. Sin embargo, si experimenta síntomas de testosterona baja (como libido reducida, fatiga, cambios de humor o disminución de la masa muscular), es recomendable que consulte a un profesional de la salud. Pueden realizar las pruebas adecuadas y recomendar tratamientos, si es necesario, para abordar cualquier problema subyacente y ayudarlo a mantener un equilibrio hormonal óptimo.